Es verano, hace un calor agobiante en Valencia, estamos en pleno mes de agosto.
Necesito algo refrescante y, cuando paso por delante de una heladería, veo como se remueve la horchata de chufa en la máquina.
Pido una y a los tres minutos me la traen, está fría y es dulce. Está tan fría que con un único sorbo me refresca, noto como el líquido baja por mi garganta, atraviesa mi pecho y automáticamente cierro los ojos para saborearla. Cuando me doy cuenta se ha acabado, más tarde pediré otra.
Marta, 4ºB
Me gusta pero la veo como una historia simple y a la vez muy refrescante y veraniega
ResponderEliminarJonathan 4ºA