viernes, 10 de octubre de 2014

LIBROS LECTURA 3º Y 4º ESO (CURSO 2014-2015)

En nuestro Departamento se proponen lecturas para cada trimestre. No serán imprescindibles para superar el curso, pero computarán en su nota de evaluación.

Libros lectura Lengua Castellana, 3º de ESO

-1ª evaluación; elegirán entre: 
  • MALLORQUÍ, César; Las lágrimas de Shiva. Edebé. 
  • CANSINO, Eliacer; El misterio Velázquez. Bruño. 
  • TOLKIEN, J.R.R.; El señor de los anillos I 
  • TOLKIEN, J.R.R.; El hobbit. 
  • SALINGER, El guardián entre el centeno. 
-2ª evaluación; elegirán entre: 
  • Don Juan Manuel; El conde Lucanor. Versión adaptada de Vicens Vives. 
  • MENDOZA, Eduardo; Sin noticias de Gurb. 
  • TOLKIEN, J.R.R.; El señor de los anillos II 
-3ª evaluación; elegirán entre: 
  • RUIZ ZAFÓN, Carlos; El príncipe de la niebla. 
  • ANÓNIMO; El Lazarillo de Tormes. Versión adaptada de Vicens Vives. 
  • TOLKIEN, J.R.R.; El señor de los anillos III 

Libros lectura Lengua Castellana, 4º de ESO
Cada evaluación elegirán uno o varios de la siguiente lista:
  • BÉCQUER; Rimas. (P)
  • BÉCQUER;  Leyendas. (R)
  • VVAA; Antología lírica amorosa. Vicens-Vives.(2ª parte) (P)
  • ALLAN POE, E.; El escarabajo de oro y otros cuentos, El país aventuras = Cuentos policíacos, Anaya (R)
  • ALLAN POE, EDGAR; El gato negro y otros cuentos, El país aventuras = El gato negro, Anaya (R)
  • PÉREZ GALDÓS, B.; Marianela. (N)
  • DELIBES, M.; El camino. (N)
  • DELIBES, Miguel.; Las ratas. (N)
  • DELIBES, Miguel; La vida sobre ruedas. (R)
  • JARDIEL PONCELA, E.; Eloísa está debajo de un almendro. (T)
  • JARDIEL PONCELA, E.; Cuatro corazones con freno y marcha atrás. (T)
  • ALARCÓN, P. A.; El sombrero de tres picos. (N)
  • MIHURA, Miguel; Tres sombreros de copa. (T)
  • FERNÁN GÓMEZ, Fernando; Las bicicletas son para el verano. (T)
  • GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel; Relato de un náufrago. (N)
  • GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel; El coronel no tiene quien le escriba. (N)
  • ALAS CLARÍN, L.; Dos solos de “Clarín” Pipá y Doña Berta; Nueva biblioteca didáctica Anaya. (R y NC)
  • VARIOS; Cuentos españoles del siglo XIX, Nueva biblioteca didáctica Anaya. (R)
  • VARIOS; Doce cuentos españoles del siglo XX, Nueva biblioteca didáctica Anaya (R) 
  • TORRENTE BALLESTER, Gonzalo; La muerte del Decano. (N)
  • BUERO VALLEJO; Historia de una escalera. (T)
  • BENEDETTI, Mario; Puentes como liebres. (R)
  • VVAA; Los mejores relatos de terror. Alfaguara. (R)
  • VVAA; Los mejores relatos hispanoamericanos. Alfaguara. (R)
  • SENDER, R.J.; Réquiem por un campesino español. (N)
  • SHAKESPEARE, W.; Romeo y Julieta. (T)
  • ALONSO, M. L.; Las pelirrojas traen mala suerte, edit. Alfaguara. (N)
  • ALONSO, M. L; Cita con la muerte.
  • MENA, Miguel: Alerta Bécquer.
  • RIVAS, M.; Cuentos de un invierno, edit. Alfaguara. (R)
  • ANÓNIMO; Sherezade y las mil y una noches. (R)
  • GRIPE, Mª.; Los escarabajos vuelan al atardecer, edit. SM Gran Angular. (N)
  • SIERRA I FABRA, J.; Noche de viernes, edit. Alfaguara. (N)
  • SIERRA I FABRA, Jordi; Campos de fresas, edit. SM (N)
  • SIERRA I FABRA, Jordi; La modelo descalza (N)
  • SIERRA I FABRA, J; Las chicas de alambre, edit. Alfaguara. (N)
  • SIERRA I FABRA, Jordi; Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre. (N)
  • TERLOW, Jan; Barrotes de bambú, edit. SM Alerta Roja. (N)
  • NORIEGA, Juan; El okupa, edit. Edelvives. (N)
  • MENDOZA, Eduardo; El misterio de la cripta embrujada. (N)
  • MENDOZA, Eduardo; El laberinto de las aceitunas. (N)
  • MARTÍNEZ MENCHÉN; La espada y la rosa, edit. Alfaguara. (N)
  • LINDO, E.; El otro barrio. (N)
  • E. HINTON, Susan; Rebeldes, edit. Alfaguara. (N)
  • ORWELL, G.; Rebelión en la granja. (N)
  • FRANK, Ana; Diario. Plaza y Janés (N)
  • SALINGER; El guardián entre el centeno. (N)
  • CARAZO, Jesús; Yara cruza los Pirineos. (N)
  • HUXLEY, A.; Un mundo feliz. (N)
  • STEINBECK, J.; La perla. (N)
  • ALCÁNTARA, Ricardo; El aguijón del diablo. (N)
  • BOYNE, John; El niño con el pijama de rayas (N)
  • ALFAYA, Javier; Una luz en la marisma (N)
  • MENÉNDEZ PONTE, María; Nunca seré tu héroe. (N)
  • FERNÁNDEZ GARCÍA, César; Ellos. Editorial Montena. (N)
  • FERNÁNDEZ GARCÍA, César; No digas que estás solo. Editorial Bruño. (N)
  • GARCÍA DE ORO, Gabriel; Un ataque de risa. Editorial Edebé (N)
  • SANTIAGO, R. y OLMO, J.; Prohibido tener catorce años. (N)
  • SPINELLI, J.; ¿Quién es ella? (N)
  • PLAZA, J. M.; No es un crimen enamorarse (N)
  • DÍAZ VALLADARES, Francisco; La hija del Tuareg (N)
  • D`AVENIA, Alessandro; Blanca como la nieve y roja como la sangre (N)
  • SATRAPI, Marjane; Persépolis (C/NG)
R – Relato   N – Novela T – Teatro   NC – Novela corta   C/NG – Cómic/ Novela gráfica
También los podéis descargar aquí.

miércoles, 28 de mayo de 2014

MARGARITA MARCHITA

El amor de mi vida se llamaba Margarita y vivía en Toledo; por desgracia, una tarde se despidió para siempre de mí, al mudarse sus padres por cuestiones de trabajo.
La recuerdo constantemente con su alegría y, haciendo referencia a su nombre, siempre llevaba una margarita en la coleta. El día que nos despedimos me entregó la que llevaba y yo le juré que dejaría de amarla cuando esta se muriera.
Tanto es mi amor por ella que me pasé años buscando un médico de flores para curar esa margarita marchita; por desgracia no lo conseguí, pues no existen... pero os juro que esa margarita aún sigue viva en mi interior.
Raquel, 4°A

UN SUEÑO CUMPLIDO

Desde pequeño siempre me habían gustado las nanas; por eso, desde los tres años, decidí ser cantador de nanas.
Nadie me creía capaz de lograrlo, pero eso a mí me daba fuerzas para continuar y seguir con mi sueño de ser cantador de nanas.
Cuando cumplí los once años nació mi hermano Noli y fue con él con el que desarrollé el arte de las nanas. Desde ese momento todas las noches le cantaba y descubrí que los tonos agudos le tranquilizaban y lo adormecían. Seguí probando hasta encontrar la nana perfecta.

Hoy, tras haber ensayado con mi hermano y con algún otro crío que dejaron en mis manos, estoy preparando mi obra maestra: hacer dormir a 20 niños en menos de 20 segundos.
En pleno salón de actos y rodeado de críos, me dispongo a cantar y, cuando tan solo quedan 2 segundos para el final, todos duermen.
Mi sueño se ha cumplido y ahora me llueven las ofertas de trabajo. Mi vida ha cambiado. 
Andrés, 4ºA

MÉDICO DE FLORES


Gabriel era un sabio hombre que se dedicaba a ir por el mundo en busca de cualquier planta, árbol, arbusto o flor que tuviese cualquier tipo de dolencia. Gabriel era el mejor de su profesión y siempre lograba salvar vegetación muy enferma.

Una mañana escuchó el teléfono; lo llamaban de un lugar del que nunca había oído hablar y rogaban su asistencia pues la flora del lugar se moría irremediablemente. Sin pensarlo cogió su maletín y partió.
Aquel sitio parecía estar contaminado y en principio, no sabía por qué; nunca había visto nada igual. Tras muchas pruebas dedujo que aquella desgracia había sido provocada por veneno y decidió aplicar el tratamiento correspondiente.
Finalmente aquel lugar se recuperó, pero nunca se supo qué había provocado tal enfermedad.
Adrián, 4º A

martes, 27 de mayo de 2014

UN OFICIO PECULIAR

El otro día conocí a una chica muy simpática y quedamos para tomar un café. En la cita todo iba genial hasta que me preguntó por mi oficio. 
Le dije que era ayudante de laboratorio y ella me preguntó que en qué consistía. 
Iba a mentirle, pero por alguna razón le dije la verdad: consiste básicamente en matar las ratas que ya están viejas o que sufren de algo.
Me preguntó cómo lo hacía y le expliqué el proceso: le coges la cola y levantas a la rata para luego estrellar su nuca contra la esquina de una mesa. Reconozco que a lo mejor fue una explicación algo brusca. 
Empecé a arrepentirme de ser tan sincero cuando noté su desagrado. El resto de la cita estuvo llena de silencios incómodos y, naturalmente, no volví a verla.
Fabián, 4º C

ARTE EFÍMERO

Ladeó la cabeza para observar la figura desde una nueva perspectiva. No contento con el resultado cogió su cincel y comenzó a tallar haciendo ruidos con la boca para acompañar la tarea. Cuando consideró finalizada su obra se arrodilló en la hierba y rodeó la escultura con sus brazos para levantarla. En su cara se dibujó la expresión de quien está realizando un gran esfuerzo, pero realmente no le suponía trabajo cargar con el peso. 
Desde la cocina vio cómo su marido subía con sumo cuidado los peldaños de la escalera; llevaba los brazos extendidos, como si estuviese sujetando algo. Lo siguió hasta el dormitorio. Gabriel se subió torpemente a la cama para alcanzar el último nivel de la estantería, de la estantería vacía. Se mordía el labio inferior mientras sus manos se aproximaban a la balda, cuando alcanzó su objetivo el alivio se reflejó en su rostro y volvió al suelo. 
Gabriel conocía la expresión de su mujer, no entendía qué estaba haciendo, no comprendía que él era un escultor de aire. 
Alba, 4B

PROBADORA DE ESPEJOS

Mi oficio es inusual, soy probadora de espejos. Aunque más inusual es un espejo que encontré en un pequeño pueblo de Escocia. Cuando me puse delante de él me vi a mí con mi hijo en brazos, ese hijo que había perdido tres años atrás, ese hijo al que había visto morir delante de mis ojos a causa de una leucemia.
Era el espejo más raro que había apreciado en todos los años que llevaba ejerciendo mi oficio por todo el mundo. Le pedí a la mujer que me había llevado hasta él que se pusiese delante y me dijese lo que ella veía, para comprobar cómo reaccionaba aquel objeto con cada persona.
Victoria, que así se llamaba, me dijo que se veía mayor, mucho mayor de lo que era, acompañada del hombre del que había estado enamorada y que la había abandonado y rodeada de tres muchachos que, supuso, serían los hijos que había tenido.
Después de alguna prueba más, comprobé la función que tenía ese espejo. Te mostraba lo que más deseabas, lo que te habría encantado vivir y no se cumplió, lo que te había marcado la vida.
Decidí destruirlo, pues cualquiera se hubiese podido haber obsesionado con él y con lo que había perdido y habría podido terminar loco. Antes de hacerlo observé un rato más a mi pequeño hijo, mi pequeño al que tanto echaba de menos.
Teresa, 4ºA

ELLA SONREIRÁ, SALDREMOS ADELANTE

La cama se te hace pequeña, no caben tantas decepciones en el colchón. Le habías prometido una vida tranquila, sin problemas económicos, pero esa no es la realidad; al borde del desahucio te queda poco margen para empezar a encontrar ingresos. Demasiadas promesas tienes en el pasado sin cumplir.
Un día sales por la puerta con intención de encontrar trabajo y escuchas a una pareja. Él le dice ''te llevaré cada día, a las 10, un tulipán azul''. Los dos se despiden y el hombre va dándole vueltas a la promesa.
Tú, animado, le dices ''Yo lo haré, no quiero más promesas sin cumplir''. Te dejas el alma buscando tulipanes de color azul por todo el continente, pero lo consigues.
Durante un mes entero, un tulipán a las 10 cada día. Hasta que te cruzas con el hombre que te abraza y dice ''ella ha muerto'', su últimos días felices fueron con un tulipán azul en la mano.
Gracias, Cumplidor de promesas.
Juan Manuel, 4º C

JARDINERO EN MARTE


Un día en la calle me encontré con un jardinero que decía trabajar en Marte. Allí creaba jardines; les ponía flores, cortaba la hierba y podaba los árboles y arbustos.
Yo me quedé sorprendido; esa noche me preguntaba que cómo iba a trabajar allí.
Al día siguiente me encontré otra vez con él y me lo aclaró todo. Marte no era un planeta sino un lugar en Alemania. Allí vivía con su familia y dedicaba su vida a pintar paisajes con flores.
Todo había sido fruto de mi imaginación. ¿Cómo podía alguien ser jardinero en Marte? Algo así solo podía ser posible en nuestra imaginación.
Juan Enrique, 4º C

jueves, 22 de mayo de 2014

PROPUESTA DE TRABAJO 4, CLUB DE ESCRITURA

Semana del 26 de mayo
Podría ser


Podría ser”, de Ismael Serrano, es una canción tan triste como la cruda realidad que refleja, la de tantos parados que luchan por un trabajo sin perder la esperanza y sin rendirse.

¿Qué podríais ser vosotros? Elegid una de las profesiones de Ismael Serrano o imaginad otra igual de original o imposible y desarrollad vuestra historia.

miércoles, 21 de mayo de 2014

TRÁGICA RECOGIDA DE FLORES

Cuando llegaba la primavera, María, una niña de diez años, salía con su abuela Jacinta para recoger flores al campo. Pero ese año no iba a ser como los demás ya que la abuela se había puesto muy enferma y no podrían ir juntas. Por eso María decidió que iría a recoger flores para regalárselas a la enferma Jacinta.
María salió por la tarde y se adentró en el bosque. Cuando miró atrás se dio cuenta de que se había perdido y la noche se le echó encima. De pronto escuchó aullidos y una manada de lobos la rodeó. 
Sacó de la cesta de las flores el cuchillo con el que las cortaba y luchó con los lobos, pero cada vez se acercaban más.
Ella creía que ese sería su fin; pero, de pronto, escuchó a unos hombres que venían con escopetas para rescatarla. Los lobos asustados por los disparos escaparon. María logró sobrevivir y regaló las flores a su abuela.
Adrián, 4º A

LA CAMA QUE SE MUEVE

Josefina, que vivía en una casa abandonada en el medio del monte, decidió ir a la ciudad a comprar una cama.
Entró en la tienda y se puso a buscar cuando, de pronto, vio una cama amarilla con un respaldo de madera; eligió esa, la pagó y la llevó para casa.
Ya en su sitio, mientras ella buscaba las sábanas, la cama aprovechó para moverse y alejarse de donde la había dejado.
Por la noche volvió a ocurrir. Al despertar, Josefina estaba en la calle; ella, asustada, la llevó a la tienda donde la había comprado y se la devolvió al vendedor.
Josefina no volvió a dormir en una cama, desde ese día dormía en el suelo.
Francisco, 4º A

CAMPO MÁGICO

Me parecía que me estaban observando, no estaba seguro. Miré a mi alrededor y vi un lienzo de un campo con personas; la primera vez que reparé en él, una mujer corría al lado de su hija y al fondo había una casa detrás de un árbol.
Cuando volví de comer, algo había cambiado: la niña se había ido y dejado a su madre sola que, al lado del río , lloraba.
¿Sería mi imaginación? Pronto lo descubriría.
Dos días después, la vecina que vivía a mi lado con su hija llegó llorando al pueblo por haber perdido a su hija en el río. 
¿Sería el destino?, ¿era mi cuadro mágico y premonitorio?, el tiempo lo dirá.
Rodrigo, 4ºA

martes, 20 de mayo de 2014

MANOS FRÍAS, OJOS GRISES, VOZ APAGADA

Nicolás se encontraba en aquella amplia estancia. Estaba decorada lujosamente, nada que ver con su modesta habitación. A varios metros de él, observó a una niña que reclamaba constantemente la atención de sus criadas para que tomasen cuenta de su cabello.
La muchacha también se había fijado en Nicolás, al que dedicaba miradas despectivas. Estaba claro que no entendía qué pintaba alguien como él en el cuadro. El niño, abatido al descubrir sus pensamientos, bajó la vista al suelo, donde se encontró con la mirada de su perro. Extendió la mano para acariciar el suave pelo del animal mientras dejaba que se le enredase entre los dedos.
No se percató de la presencia de la muchacha hasta que sintió sus delicados dedos posándose en su hombro. Se giró hacia ella con torpeza y pudo admirar durante unos segundos su cara angelical, antes de caer de espaldas al suelo.
Cuando volvió en sí, escuchó la dulce melodía que era la risa de la niña. Desde el suelo la vio girar sobre sus talones con una elegancia innata y luego desaparecer. Se incorporó decidido a hablar con ella; la había mirado a los ojos, había sentido su piel y había escuchado su risa, pero no su voz. Cuando se halló frente a ella, decidió callar y esperar, esta movió los labios como si fuese a decir algo, pero no fue su voz la que rompió el silencio, sino la de Velázquez reclamando a Nicolás.
El muchacho se dejó arrastrar por el pintor mientras observaba a la niña que se volvía muda para él. 

Alba, 4B

LOS MONSTRUITOS DE LA HABITACIÓN

Era extraño. Cada vez que el pequeño Vicent entraba en su habitación, después de pasar toda la mañana en la escuela y la tarde en el parque con sus amigos, su habitación tenía al menos un objeto en un lugar diferente al que él recordaba haber visto antes.
Sus amigos no le creían, decían que era otra de sus falsas historietas que les contaba todos los días intentado dejarlos boquiabiertos, pero lo cierto es que ya no funcionaba.
Un día decidió quedarse en el pasillo de su casa con la puerta entreabierta a ver si lograba ver algo fuera de lo normal... y sucedió. 
De su pequeño armario salían una especie de duendes o gnomos que se dedicaban a gastarle pesadas bromas a Vicent cambiando de lugar su ropa, sus zapatos, escondiendo sus dibujos, deshaciendo su cama... 
El pequeño Vicent, muy sorprendido, entró rápidamente en su habitación intentando atrapar a uno de esos pequeños monstruillos. No tuvo éxito. En cuanto entró en la habitación, sus cosas parecía que se habían vuelto locas. Empezaron a volar juguetes, camisetas, sillas, sábanas... 
Roxana, 4ºA

LAS MENINAS

Me encontraba a lo lejos, en las escaleras de la casa, vestido con mi habitual traje. Había parado allí cuando me dirigía a la habitación, me había llamado bastante la atención lo que se podía observar en el salón de la casa.
La pequeña Daniela se encontraba en medio de otras siete personas que, para mi gusto, la estaban agobiando. Ella poseía un vestido muy grande de un color blanco roto, con un adorno en el pecho. Tres de las mujeres que la rodeaban llevaban trajes parecidos, pero ninguno tan bonito como el de la pequeña.
Me decidí a entrar en aquel lugar, me detuve frente la niña y pude observar como efectivamente poseía una falsa sonrisa de agobio.
Paula, 4º C

LATAS DE SOPA CAMPBELL

Carlos tenía cuarenta y tres años y era alcohólico. Todas las mañanas se despertaba, bajaba a la cocina y  se tomaba el alcohol necesario para afrontar el día. Después abría el armario para comprobar con pesar la poca comida que le quedaba.
Una mañana se dio cuenta de que solo tenía una lata de sopa Campbell. Desesperado comenzó a beber compulsivamente; no quería creer la triste realidad: no tenía a nadie, estaba completamente solo, lo único que le quedaba era una lata de sopa para comer.
Impulsado por el miedo volvió a abrir el armario, el alcohol había hecho efecto, ahora ya no había una lata sino dos. El hombre estaba eufórico, decidió seguir bebiendo, esa le pareció la solución idónea. Cada vez que abría el armario aparecían más y más latas, así hasta llegar a treinta y dos.
Nunca había bebido tanto. Empezó a sentirse mareado, cayó al suelo y, al hacerlo, se golpeó la cabeza provocándose una herida profunda que le hizo perder el sentido.
Nadie notó su ausencia pues, lo único que lo acompañaba mientras se desangraba en el suelo, era la lata de sopa Campbell.


Nuria 4ºB

LA JOVEN DE LA PERLA

Me visto despacio. Primero la blusa blanca, después la gran chaqueta amarilla. Con cuidado me coloco el pañuelo de tonos amarillos y azules en la cabeza, a modo de turbante. Por último, sólo tengo que ponerme los pendientes de enormes perlas.
Me pongo nerviosa y sé el motivo. Entre todas las muchachas yo había sido la elegida. Se acercaba la hora y con los nervios, al tratar de ponerme el pendiente de la oreja derecha, casi se me cae.
Me llaman. Respiro hondo. Entro en la habitación. Está muy oscura, mi corazón se acelera. Solo sale luz de una ventana que está delante de mí. El maestro Vermeer dice mi nombre, giro un poco la cabeza y respondo con un tímido ¡sí¡. 
Laura, 4°C

LA JOVEN DE LA PERLA

Cuando aquel hombre se presenta en mi casa entrada la noche, lo primero que pensé fue en partirle la cabeza. Imagínate en plena fase REM y te despierta el perro con unos ladridos capaces de levantar a una ciudad entera. 
Bajo las escaleras, abro la puerta y me encuentro a Vermeer. Lo primero que hago es pellizcarme para ver si estoy soñando y, tras comprobar que todo es real, le pregunto qué quiere y si se ha perdido. Dice que busca a un psicólogo llamado Leji, a mí; lleva una semana sin dormir y necesita ayuda.
De este modo conocí a Vermeer y me hice su amigo y su médico durante un breve período de tiempo. Su insomnio era fruto de su obsesión por las perlas y las mujeres. No sabía si pintar a una mujer o a una perla ni cómo hacerlo y venía todas las semanas a mi casa a ver si yo tenía una solución.
Durante un tiempo viví muy feliz y con gran solvencia económica gracias a todo el dinero que semana a semana el pintor me daba. Pero el problema que tratábamos de resolver me fue absorbiendo hasta estar incluso peor que él. Ahora éramos dos locos con ideas absurdas que se reunían una vez a la semana.
Una noche de las muchas que no podía dormir fui a dar una vuelta a la ciudad y vi la solución del problema. Encontré a una mujer muy bella, pero lo que la hacía tan especial era una perla que llevaba de pendiente.
Al día siguiente fui yo el que buscó a Vermeer y le conté lo que vi. No volví a verlo.
Fabián, 4º C

LAS MENINAS DEMONÍACAS

Pepe, el guarda del Museo del Prado, estaba haciendo su ronda nocturna cuando escuchó un sonido de pasos.
Se dirigió al pasillo del que procedían los ruidos y pudo ver unas niñas con un vestido blanco correr por el pasillo. Pepe salió tras ellas y, al pasar ante un cuadro, se dio cuenta de que faltaban las Meninas, cosa que lo fascinó.
Giró la esquina y se encontró con ellas, las dos tenían un cuchillo de cocina en las manos. Se lanzaron sobre Pepe apuñalándolo hasta la muerte, llenando sus hermosos vestidos de sangre. 
Al día siguiente los visitantes del museo se sorprendieron al ver a las Meninas con sangre en sus vestidos, pero ya preparadas para un nuevo ataque.
Alexis, 4º B

POP ART

La galería para la que expongo lleva varias semanas reclamándome un cuadro. Lo malo es que mi inspiración se ha agotado y parece que han desahuciado a mis neuronas. Llevo varios días pensando qué hacer,  pero no se me ocurre nada y cada vez quedan menos días para la entrega.
Había pensado en hacerle un retrato a María (mi criada) desnuda, pero eso no es innovador y, además, nuestra relación está muy tirante desde que entre nosotros…
Me empiezo a agobiar y decido retratar lo primero que se me ocurra. Ya está, una lata de sopa Campbell que está en mi nevera.
El viernes se expuso el cuadro ante unas dos mil personas. Llevaba dos días pensando qué excusa ponerle a la gente para que se tragasen aquella bazofia, y ya la tenía clara.
Les dije que este cuadro sería el inicio de pop art y se lo creyeron, "este mundo va fatal``.
Ahora toca celebrar gracias a los doscientos mil dolares del pop art.
Pedro, 4º C

BAILANDO SIN PARAR

Cuando recuperé el sentido me di cuenta de que estaba bailando con una gente que no conocía, pero lo que importaba era que me lo estaba pasando genial.
Intenté recordar lo que me había pasado, pero no lo lograba y decidí hablar con aquella gente que, a mi alrededor, nunca paraba de bailar.
Les pregunté qué hacían allí y sólo me respondió un chico que llevaba una chaqueta granate. Me dijo que ninguno se acordaba de nada, por lo que pensaban que posiblemente los habían drogado y un gigante les hacía bailar todo el día. Sólo les dejaba descansar y comer cuando se hacía de noche.
A lo largo de los años fueron muchos los intentos de escapar, jamás lo conseguimos.
Enrique, 4ºB

PRESENTIMIENTOS

El pintor levanta la mano para realizar su siguiente trazo, las personas están casi acabadas, todas menos yo.
Se dispone a dibujar las piernas, con cuidado, con el mismo cariño que un padre educa a su hija, de manera firme y a la vez tierna. Siento como me completa con un lindo perro a mis pies, cosa que agradezco puesto que me encantan, también pinta una niña un poco más pequeña que yo.
Ahora que la obra está acabada me siento digna de ser expuesta en el más prestigioso museo.
Y ocurrirá, lo presiento.
Abel, 4º C

EXTRAÑA SENSACIÓN

Iba caminando por el museo cuando vi un cuadro un tanto peculiar. Era un grupo de personas jugando a la ''Gallina ciega'' y así se titulaba el cuadro.
Me hizo gracia que ese cuadro estuviera en un museo, pensé que si eso se considera arte yo podría ser artista fácilmente, pero me equivocaba.
De repente vi como el cuadro comenzaba a cobrar vida y me miraba de una manera extraña, como si me estuviera regañando por mi pensamiento. ¿Cómo es posible que supiera lo que había pensado? O más raro aún, ¿qué hacia un cuadro con vida?
Era una situación extraña, nunca me imaginé que me pudiera pasar algo así. Cuando el cuadro volvió a su estado original me quedé con la mirada clavada en él.
¿Había descubierto qué era el arte?
Eduardo, 4º C

CAMPO DE AMAPOLAS


Era un día soleado de primavera y estaba en el campo realizando las tareas de siega del trigo. Todo a mi alrededor estaba verde y con pequeñas amapolas de color rojo que daban pequeños toques de color y alegría al paisaje.
La suave brisa que corría hacía bailar el trigo y las amapolas al mismo compás y el trinar de los pájaros los acompañaba aportando su música.
Estaba pasmado contemplando lo que sucedía a mí alrededor, hasta que unas carcajadas me hicieron volver a la realidad. Eran unas madres que, acompañadas de sus hijos, salían a disfrutar del buen tiempo y del paisaje.
Durante su paseo aprovechaban para coger alguna que otra amapola y los niños aprovechaban para corretear detrás de las mariposas que revoloteaban por el campo.
Me quedé con esta imagen grabada en mi mente, parecía el cuadro perfecto para cualquier pintor.
Juan Enrique, 4º C

lunes, 19 de mayo de 2014

LA DAMA BLANCA

Las luces de la noche ocultan mi rostro; todo el mundo habla de mi paranoia, pero es mucho más que eso. Gracias a estos ''polvos mágico'' todo fluye, la creatividad no cesa. 
Llego por fin a casa, mi familia ya duerme, no deseo que sepan nada de esto. Coloco en la mesa una pequeña ración de ''inspiración'' y aspiro con todas mis fuerzas.
La creatividad no tarda en empezar a fluir, cojo pincel y oleo y comienzo a trazar. Parece que va cogiendo forma, un árbol haciendo de pelo, dos ojos, ¡sí eso es!, una mujer bella, la repetiré con frutas y matojos a su derecha y diré que es surrealista.
Descanso para salir a dar brincos al jardín, todo es psicodélico. Al volver contemplo mi obra, otra genialidad. Comienzo a pensar en el nombre... Mmmmmm. ¡Lo tengo! Amantes pacientes. Caigo al suelo, miro al techo y comienzo a cantar.
Creatividad sin límites.
Juan Manuel, 4º C

domingo, 18 de mayo de 2014

LA HABITACIÓN DORMIDA

Sentía como dos personas me observaban, abrí los ojos y contemplé dos cuadros encima de mí. El día anterior no había nada allí, ¿quién los habría colocado? Nadie había entrado en la habitación porque de ser así me hubiera despertado, ¿quizás me habrían dormido con algún tipo de somnífero? Empecé a sentir miedo, la posibilidad de que alguien me hubiese estado observando mientras dormía me aterrorizaba.
Haciendo el menor ruido posible le pregunté a mi compañera de al lado. La silla me dijo que alguien había entrado durante la noche y había estado poniendo clavos en muchos sitios de la habitación. Asustada di un salto, y me percaté de que mis cuatro patas estaban clavadas al suelo.
Se me entrecortó la respiración, se me desbocó el corazón y me desmayé.
Rosalía 4ºB

PROPUESTA DE TRABAJO 3, CLUB DE ESCRITURA

Semana del 19 de mayo

Pintar con palabras
Cualquier obra de arte surge de la necesidad vital, de la experiencia interior del artista. Todas las obras que tienes a continuación responden a esa necesidad de transmitir sentimientos, emociones, impresiones... 
Imaginemos qué movió a Goya, a Vermeer, a Warhol...; incluso podemos convertirnos en un personaje, un objeto de los que figuran en el cuadro y dar voz a todo lo que le rodea. 
Elegid la opción y pintad con palabras.
La habitación de Van Gogh en Arles
Goya, La gallina ciega
Velázquez, Las Meninas
Vermeer, La joven de la perla 
Monet, Campo floreciendo en Argenteuil
Dalí, Amantes pacientes 
Warhol, Campbell’s 

miércoles, 14 de mayo de 2014

HORCHATA

Es verano, hace un calor agobiante en Valencia, estamos en pleno mes de agosto.
Necesito algo refrescante y, cuando paso por delante de una heladería, veo como se remueve la horchata de chufa en la máquina.
Pido una y a los tres minutos me la traen, está fría y es dulce. Está tan fría que con un único sorbo me refresca, noto como el líquido baja por mi garganta, atraviesa mi pecho y automáticamente cierro los ojos para saborearla. Cuando me doy cuenta se ha acabado, más tarde pediré otra.

Marta, 4ºB

martes, 13 de mayo de 2014

PUBLICIDAD EFECTIVA

Estaban sentados en el porche de su casa, exhaustos después de un duro día de trabajo en el campo, bajo el sol abrasador.
Su padre le pasó la botella de agua, de agua del tiempo, es decir, caliente. Daniel la agarró con despecho y recordó un anuncio de la tele donde varios adolescentes bebían refrescos recién salidos de una nevera. Las imágenes pasaban como diapositivas por su memoria, estaba tan concentrado que casi podía sentir bajo sus dedos el metal frío y mojado de una lata de coca-cola, su sabor agridulce en la boca y se olvidó de lo que lo rodeaba.
Se olvidó de la llaga que tenía en el pie derecho que palpitaba continuamente, de las quemaduras de su cara y del líquido poco refrescante que bajaba por su garganta. Tan solo se imaginaba disfrutando de la bebida deseada mientras el viento movía los mechones de pelo que le caían por la frente.
Tan ensimismado estaba que se le resbaló la botella y se vertió sobre él, devolviéndolo a la realidad, a su casa, a su porche, a los gritos de su padre maldiciendo su torpeza. 

Alba, 4B

TODO LO BUENO SE ACABA

Me despierto cansada, es domingo y no puedo esperar más. Aquel olor que viene de la cocina entra por mi nariz y llega hasta mi estómago cual abejas polinizando una bella flor de durazno.
Cuando llego a la cocina me encuentro con un enorme plato de canelones, con su salsa blanca cubriéndolos. Me llaman y no lo puedo evitar; cojo uno, y con mucho cuidado a que no se me deshaga muerdo un bocado. Lo saboreo lentamente con la falsa esperanza de que esa sensación dure toda la eternidad, noto como la pintoresca mezcla de sabores del relleno se separa de su base de pasta, cierro los ojos y no me concentro en nada más. Y cuando menos me lo espero, todo desaparece…
Todo lo bueno se acaba en algún momento.
Camila 4ºB

TOSTADAS

Los rayos de sol se cuelan por mi ventana y comienzan a calentar mi piel, mi cuerpo comienza a desperezarse y torpemente me levanto. Todo mi cuerpo comienza a ponerse en funcionamiento incluido mi estómago que, ronroneando como un gato, pide alimento.
Bajo lentamente las escaleras y, con una rápida visual de la cocina, diviso ese manjar perfectamente colocado. Me siento en la mesa y, suavemente, cojo una rebanada de pan tostado; por mi nariz fluye el olor a recién hecho, cojo el untador y reparto la mantequilla por la rebanada.
Lentamente abro la boca y acerco la tostada. Ya noto el sabor en mi boca, mis pupilas se expanden, y en mi lengua estallan crujientes ondas de sabor tostado. Después de aprovechar hasta la última migaja me levanto y continúo mi mañana.
Juan Manuel, 4º C

TORTELLINIS


Como cada mañana de sábado, me desperté sobre la una. Mi madre ya estaba haciendo la comida y puede percibir un olor que me resultaba bastante familiar.
Me senté en la cama, puse las zapatillas y me levanté. Caminé medio dormida a lo largo del pasillo y al llegar a la entrada observé en el espejo mi cara de recién levantada.
Cuando llegué a la cocina pude observar como mi madre removía algo en la pota. Me asomé a ver qué había preparado. 
Sí, qué alegría, había hecho esos tortellinis que me recuerdan a mi infancia en Suiza y por eso me gustan tanto. 
En ese momento llegó mi padre, fui corriendo a la habitación a vestirme; era hora de comer. 
Paula, 4º C

MALDITO QUESO AZUL

Como cada día, estaba con mamá en el súper haciendo la compra y me puse muy pesada con que me comprara un cachito de queso azul para probarlo. Soy una fanática de los quesos y todos los que probaba me gustaban. 
Mamá me advirtió que ese queso era muy fuerte y no me iba a gustar, pero qué sabría ella si no le gusta el queso; así que le pedí que me lo comprara y me dejara comprobar por mí misma si me gustaba o no.
Estaba buenísimo, uno de los mejores quesos del mundo, por eso comía más y más. Al rato empecé a encontrarme algo mal... estaba mareada, muy llena y con muchas ganas de vomitar. 
Después de pasarme toda la noche vomitando ese maldito queso azul, aprendí que mamá siempre lleva razón.
Roxana, 4ºA

LAS TORTITAS DE LA ABUELA


Cada domingo, en casa de mi abuela, para desayunar hay lo que cada uno quiere; pero, aquel día, había tortitas con chocolate. Mis favoritas.

Al percibir aquel maravilloso olor me vestí corriendo y bajé las escaleras que llevan hasta la cocina; según iba bajando, el olor se acercaba más a mí y, cada paso que daba, la boca se me hacía agua. Para mí aquellas tortitas que hacía mi abuela eran las mejores, nunca había probado otras tortitas con chocolate iguales.
Cuando llegué a la cocina mi abuela ya me las tenía en la mesa y con el bote de chocolate líquido al lado. Las saboreé lo mejor que pude y tardé en desayunar más que nunca; como no se comían todos los días tenía que disfrutar de aquella sensación magnífica. Con aquel desayuno el día prometía.
Iria, 4º C       

LA HAMBURGUESA QUE NO QUERÍA SER BASURA

Había una vez una hamburguesa que tenía muchas vidas. Cada día se despertaba en su hamburguesería, esperaba pacientemente el turno hasta que era preparada por uno de los cocineros y, finalmente, era servida en cualquiera de las mesas.
Mientras la comían, hacía todo lo posible por ser sabrosísima y, con el último bocado del cliente, sentía como si se apagara la luz y se fuera a dormir, pero al día siguiente se repetía la historia.
Nuestra hamburguesita podría haber seguido viviendo así de tranquila durante muchos años, si no hubiera sido porque un día, mientras esperaba su turno en el fogón, pudo escuchar como uno de los clientes la llamaba "comida basura" ¡Cuánto se enfadó! Estaba tan furiosa que casi se quemó.
A partir de ese momento, se dio cuenta de que mucha gente usaba esa expresión para hablar de ella y sus hermanas y tanto lo repetían que se lo creyó. Ahora comprendía por qué la mayoría de sus clientes favoritos estaban mucho más gordos que cuando los conoció, o por qué los que visitaban mucho el local tenían mal aspecto.
La hamburguesa se sintió fatal, ¡todo era por su culpa! Así que trató de encontrar una solución y se le ocurrió. Cuando vio que entraba uno de aquellos niños que pisaban al local casi a diario, escogió el mejor sitio, y esperó a ser servida. Ya en manos del niño, cuando llegó al momento más especial, el del primer mordisco, se concentró tanto como pudo y… no pasó nada. El niño hincó los dientes en la hamburguesa y masticó aquel bocado normalmente. Luego dio otro, con la hamburguesa igual de concentrada, pero todo siguió igual... Así siguieron varios bocados más, y la hamburguesa estaba ya a punto de rendirse, cuando oyó la voz del niño:
- ¡Puaj!, ¡Qué rollo! Esta hamburguesa no sabe a nada.
Aquello fue sólo el principio de un plan perfecto. 
Rodrigo, 4ºA

lunes, 12 de mayo de 2014

CHURRASCO, PATATAS Y COCA-COLA


Desde siempre mi comida favorita es el churrasco con patatas fritas y un vaso bien fresco de Coca-Cola. Me encanta el sabor de la carne en su punto, recién sacada de la parrilla, con una pizca de sal gorda por encima. Además me enamora ese olor y sonido que desprende la carne y los chorizos criollos cuando se están asando.
Por otro lado me encanta acompañar la carne con patatas fritas con bastante sal y con pan recién hecho. Me gusta el pan cuando aún está caliente y te quemas cuando vas a coger un trozo. 
Con esta comida, cuando tengo sed, no hay nada mejor que mojar la boca con un trago de fresca y burbujeante Coca-Cola, escuchando como saltan esas pequeñas burbujas dentro del vaso. 
Un mundo de sensaciones que se repiten en nuestras reuniones familiares y son una fuente de buenos recuerdos. 
Adrián, 4º A

COMIDA CHINA

El otro día unos amigos del barrio me propusieron ir a cenar. Acepté de buena gana, ya que hacia varios años que no nos veíamos.
Me recogieron en coche "el faco" y Juancho y me llevarían al restaurante donde estaba el resto de los colegas. Al llegar me llevé una sorpresa ya que no me esperaba que fuese un restaurante chino y la comida china no me tenía muy buena pinta. Tras charlar un poco y echarnos unas risas, decidimos sentarnos a comer.
Me pusieron el primer plato y pude ver un pequeño bollo humeante, un olor a huevo penetró en mi nariz y una nausea recorrió mi cuerpo, cogí un pequeño trozo y me lo metí en la boca. Aquello se convirtió en una masa muy pastosa que se pegaba a mis dientes y a mi paladar con un sabor que no era de mi agrado.
Tras escupir el primer plato pensé que el segundo sería más apetecible, pero no fue así; era una especie de sopa amarilla con un olor repugnante que me recordó al olor de los baños de una gasolinera. Ni se me ocurrió probarlo.
Finalmente acabamos en una hamburguesería.
Pedro, 4º C

HUEVOS CON CHORIZO Y PATATAS

     
Me levanto por la mañana y, como todos los días, primero me lavo la cara, después desayuno y por último lavo los dientes. Pero hoy me he despertado más contento, más feliz, más entusiasmado… porque es sábado y, por supuesto, no hay colegio; pero, sobre todo, porque hoy, como todos los fines de semana que mis padres y yo podemos, vamos a ir a cenar a casa de mis abuelos y voy a poder cenar esa comida que a mi tanto me gusta: huevos fritos con chorizo y patatas fritas.
Es una comida riquísima. Cuando coges el pan y tocas la yema parece como si rompieras una pared de gelatina y si le acompañas con dos o tres patatas al mismo tiempo, se produce una fiesta de sabores indescriptible.
Cuando es el turno del chorizo, lo meto en la boca solo; su sabor no se merece ser mezclado con ningún otro. Nada estaría a la altura.
Al acabar de cenar me voy a la cama con la barriga llena y con un buen sabor en el paladar, pero ya estoy deseando que llegue el próximo sábado para volver y repetir ese manjar.
Enrique, 4ºB

UN ZUMO CON SENTIDO

Iba a tomar el sol cuando tropecé con una sandalia y me caí al suelo. Súbitamente me quedé en blanco, solo me di cuenta de que mis amigos estaban intentando colocarme la rótula en el sitio ya que se me había salido.
Sentí un terrible sofoco que me causó la necesidad extrema de beber zumo de zanahoria y naranja. Recordaba ese zumo desde que era pequeña, todos los veranos mis padres nos lo traían al camping; por eso me transmitía la tranquilidad de estar con mi familia.
Agarré el cartón y empecé a beber. Noté como aquel líquido fresquísimo fluía por mi garganta y me relajaba como si me transmitiese energía y calmase el dolor. Empecé a mirar hacia el mar; mientras, el sol golpeaba mi piel y me llenaba de calor. Pronto fui encontrándome mejor y todo quedó en un gran susto ya que mi rodilla mejoró en pocos días.

Rosalía, 4ºB.

jueves, 8 de mayo de 2014

PROPUESTA DE TRABAJO 2, CLUB DE ESCRITURA

Semana del 12 de mayo

Cinco sentidos tenemos, los cinco necesitamos...
Elegid algo comestible o bebible que os guste o desagrade especialmente: una gominola, una rosquilla, pipas, un refresco, un medicamento…
  

  

  

Tomaos 10 minutos para analizar los sentimientos, recuerdos, reacciones que os provoca. Luego, escribid acerca del mismo utilizando todos vuestros sentidos, tan plenamente como sea posible. Oledlo, probadlo, miradlo, tocadlo, escuchadlo (si hace algún ruido, como lo haría una bebida gaseosa).
¡Buen provecho!