Un día en la calle me encontré con un jardinero que decía trabajar en Marte. Allí creaba jardines; les ponía flores, cortaba la hierba y podaba los árboles y arbustos.
Yo me quedé sorprendido; esa noche me preguntaba que cómo iba a trabajar allí.
Al día siguiente me encontré otra vez con él y me lo aclaró todo. Marte no era un planeta sino un lugar en Alemania. Allí vivía con su familia y dedicaba su vida a pintar paisajes con flores.
Todo había sido fruto de mi imaginación. ¿Cómo podía alguien ser jardinero en Marte? Algo así solo podía ser posible en nuestra imaginación.
Juan Enrique, 4º C
Esta historia me gusta porque se nota que no está hecha para acabar rápido, si no que está hecha con esmero. Me gusta mucho la parte en que todos pensamos que el jardinero trabaja en Marte cuando en realidad trabaja en Alemania.
ResponderEliminarMaikel 4A
Es una historia bastante buena , pero el tema tenia muchas mas cosas imaginativas para crear .Juanma 4ºC
ResponderEliminarMe gusta por que a medida que lees te imaginas Marte como un planeta lleno de jardines y de repente vuelves al mundo cuando te dice que es un sitio de Alemania. Roxana 4ºA
ResponderEliminarEstá bien. Un poco corto para mi gusto pero me gustó. Ojalá alguien me lle e a trabajar a Marte, le haría un bonito jardín.
ResponderEliminarHernán, 2do piso por escalera, único dpto. ;)