miércoles, 7 de mayo de 2014

MIENTRAS DORMIMOS

Eran las 2 de la mañana cuando, al entrar en casa, vi que en la cocina pasaba algo extraño: las cucharas, los tenedores, los vasos y la cuchillos estaban bailando y no paraban; se movían al ritmo de la música de la tele, que también estaba encendida y en el canal de los cuarenta principales.
Ya eran las 4 y yo seguía allí observando hasta que, de pronto, apareció por allí la batidora. Tenía que ser la jefa de todos los demás porque, cuando ella apareció, las otras cosas pararon. La tele quedó en silencio y la batidora empezó a hablar. 
Me pareció raro ver aquello todo y me fui a descansar. Al día siguiente todo estaba en orden no faltaba nada.
Francisco, 4ªA

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