Era extraño. Cada vez que el pequeño Vicent entraba en su habitación, después de pasar toda la mañana en la escuela y la tarde en el parque con sus amigos, su habitación tenía al menos un objeto en un lugar diferente al que él recordaba haber visto antes.
Sus amigos no le creían, decían que era otra de sus falsas historietas que les contaba todos los días intentado dejarlos boquiabiertos, pero lo cierto es que ya no funcionaba.
Un día decidió quedarse en el pasillo de su casa con la puerta entreabierta a ver si lograba ver algo fuera de lo normal... y sucedió.
De su pequeño armario salían una especie de duendes o gnomos que se dedicaban a gastarle pesadas bromas a Vicent cambiando de lugar su ropa, sus zapatos, escondiendo sus dibujos, deshaciendo su cama...
El pequeño Vicent, muy sorprendido, entró rápidamente en su habitación intentando atrapar a uno de esos pequeños monstruillos. No tuvo éxito. En cuanto entró en la habitación, sus cosas parecía que se habían vuelto locas. Empezaron a volar juguetes, camisetas, sillas, sábanas...
Roxana, 4ºA
Me gusta , ya que es divertida y cuadra con la situación del cuadro.
ResponderEliminarAldara 4ºA
Me gusta mucho, me parece una historia divertida y entretenida para leer. Iria González 4ºC
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