martes, 6 de mayo de 2014

LA NOCHE DE SAN JUAN


Era San Juan, la noche de San Juan, y junto a mis amigos habíamos decidido ir a robar unos cuantos carros.
En la iglesia, que era el lugar donde habíamos quedado, no había un alma. A las dos en punto arrancamos. Primero pasamos por la casa de unos vecinos que no me caían muy bien y les cogimos dos carretillas y el portal que tenían frente a la casa. Más tarde, a eso de las 4, decidimos volver. Ya habíamos robado a casi todo el pueblo, así que regresamos.
Ya en casa oí unos ruidos muy intensos que salían del campanario; justo donde habíamos dejado los objetos robados. Y me acerqué a ver lo que pasaba. Al llegar comprobé como los portales, carretillas, mesas y demás trastos habían cobrado vida y se dirigían a sus respectivas casas. Creo que fui el único en verlo, por eso decidí no contar nada y olvidar como si nunca hubiese pasado. 
Andrés, 4º A

No hay comentarios:

Publicar un comentario