martes, 6 de mayo de 2014

NO DIGAS QUE NUNCA LO PENSASTE...

Era tarde, me disponía a acostarme y fui completando mi rutina como cada noche. Pero ese día tenía una corazonada, ¿quién no había probado nunca a abrir y cerrar la puerta de la nevera para ver apagarse la luz?
El caso es que me quité el colgante, el reloj y las pulseras y lo dejé todo en el cajón de mi mesilla de noche, como siempre. Pero lo cerré y abrí varias veces para ver que las cosas seguían ahí. Al final, me dormí. 
Creo que dormí mucho, demasiado, pero cuando me levanté todo era normal. Excepto el reloj que había dejado en el cajón de la mesilla.
Se había parado, lo justo para que yo durmiera dos horas más. El colgante estaba colgado de la pantalla del ordenador, mis cascos, que habían quedado en el escritorio, los tenía puestos mi Mr. Potato...
Al parecer alguien había celebrado una fiesta en mi habitación mientras yo dormía. ¿Quién?
Bruno, 4º C

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